Algodón Nativo de Colores en el Perú
El algodón nativo del Perú
produce fibras de extraordinarios colores naturales con variantes que van desde
el rojo vinoso, pardo Claro y oscuro, pardo rojizo o colorado, lila (fifo) Claro
y oscuro, bombasí (beige), colombino
(amarillo), crema y blanco además de otros colores por rescatar.
El algodón nativo de color o del
pais Gossypium barbadense L. (Malvaceae) hoy casi desaparecido por la sustitución
(preferencia) del algodón blanco de la misma especie presenta además de su
notable fibra, algunos potenciales en los aspectos botánico, fitosanitario,
económico, de mercados, como material genético y por posibles propiedades
farmacológicas, que lo hacen interesante y que deberían ser estudiados con más
detenimiento.
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El Algodón Nativo es peruano
El género Gossypium L.,
familia Malvaceae - Malvoideae, comprende alrededor de 50 especies distribuidas
principalmente en las regiones áridas y semiáridas de los trópicos y
subtrópicos con nueve grupos de genomas, correspondiendo los genomas D y AD
para las especies americanas, donde las únicas cultivadas en el Nuevo Mundo
son G. hirsutum L. y G. barbadense L. (Wendel et
al., 2010). En el Perú ocurren dos especies: G. raimondii Ulbr.
'algodoncillo' y G. barbadense, conocido como algodón nativo o algodón
'del país', el cual es originario de la costa norte del Perú y del sur del
Ecuador, donde se cultiva hace 5.500 años, por lo que constituye el cultivo
industrial más antiguo del área andina, lo que es apoyado por evidencias
moleculares (Percy y Wendel, 1990). Es el único algodón con fibra gruesa y
pigmentación variada y natural, de los colores marrón, anaranjado-rojizo,
pardo-rojizo, verde oliva, lila, crema y blanco luminoso. Se utiliza en la
confección de frazadas, alforjas y costales, así como en medicina tradicional
(Rodríguez, 1985).
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Color con Historia
El Perú tiene un legado algodonal
por historia, Caral que fue la primera civilización hispanoamericana; ya conocía de esta fibra, y
ya utilizaba majestuosamente en sus tejidos, incluso en diferentes gamas de
colores asumiendo que estos provenían de algún tinte. El Algodón País o también conocido como Algodón Nativo, es una variante
ancestral de la especie Gossypium barbadense que se originó y desarrolló en las
zonas secas y áridas del Norte Peruano desde hace 5000 años, produciendo fibras
de colores naturales con gamas que van desde el rojo catil hasta el blanco
intenso.
Según señalan los expertos, la
presencia de algodones de distintos colores era habitual en los valles
costeños. Sin embargo, con la industrialización llegaron otras necesidades. El
mercado prefería el blanco, de fibra larga y suave, muy distinto a la variable
oriunda de nuestra tierra.
Poco a poco se fue relegando su cultivo del que, en ocasiones, se le
llamaba despectivamente algodón áspero. El punto de quiebre fue un reglamento
agrícola de la década de 1940, dejó de sembrarse debido a la imposición de dicho
reglamento que prohibió su siembra y fomentó su erradicación, causando considerables
daños de erosión genética que actualmente lo han llevado al borde de su
extinción.
Ahora lo común es encontrar este
algodón “asilvestrado” cerca de las acequias o, si hay suerte, sembrado en
pequeñas parcelas. Sin embargo, varios proyectos se están dando, en especial en
los valles de la costa norte, en los que se busca revertir la situación.
De acuerdo con las
investigaciones, la gama de colores que se tenía en los algodones peruanos era
amplia. Marrones, amarillos, lilas, rosados, todos en distintos tonos, se ha
podido encontrar en localidades dispersas. Desde hace un año se ha seleccionado
algunas de estas variedades para ser cultivadas en el valle de Supe de forma
más metódica.
El algodón nativo en la actualidad
Actualmente se conoce poco acerca
del algodón nativo de color y su
existencia ha sido muy poco difundida, tanto en el mercado nacional como en el
internacional, a pesar de las bondades que presenta este tipo de fibra. Entre
ellas destacan el hecho de que no requiere ningún tipo de teñido, ya que sus
colores son naturales, lo cual hace que las personas alérgicas o de piel
sensible a los tintes químicos puedan utilizar prendas hechas sobre la base de
este tipo de fibra. Además tiene un gran potencial para la industria de
confección, con respecto a otros algodones comerciales como el Tangüis o el
Pima.
En el Perú, el cultivo de ANC se
centra principalmente en la zona norte, sobre todo en los departamentos de
Lambayeque, Piura y San Martín. En Lambayeque, el cultivo de ANC se encuentra
mayoritariamente en los distritos de San José, Túcume, Mórrope y en la
provincia de Ferreñafe. Actualmente, el Ministerio de Agricultura, a través del
Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (AgroRural), está realizando trabajos
de cultivo de esta planta, y ya tiene sembrados más de 20.000 plantones de ANC
en la zona de Picsi, distrito de la provincia de Chiclayo.
En el distrito de Mórrope se
observó la forma artesanal como las campesinas siembran y procesan el algodón
nativo de color. Aquí se encontró que ellas preservan un conocimiento ancestral
heredado de sus antepasados y transmitidos de madres a hijas. En las
entrevistas realizadas para el presente estudio, manifestaron un alto interés
en trabajar con algún tipo de máquina que las ayude a mejorar su productividad
y calidad del algodón. Actualmente, los ingresos que perciben por sus productos
(carteras, bolsos, billeteras, porta-celulares, etcétera) no les permiten
sustentarse económicamente y, por eso, no muestran mayor dedicación al cultivo
del algodón nativo.
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Y los frutos ya se ven. Las
comuneras, herederas de ancestrales conocimientos del telar de cintura, están
elaborando exquisitas telas de algodón nativo con las cuales se está hasta
fabricando vestidos para la exportación. Mórrope, Túcume, San José,
Monsefú, entre otros distritos, impulsan talleres textiles donde usan el
algodón nativo y es en el museo de Túcume donde se ha instalado un laboratorio
genético para la producción de semillas de algodón nativo. Tal es el esfuerzo combinada que
el Estado apoya la compra de una máquina que permita el acopio del algodón de
manera más rápida y eficaz, además de la instalación de una planta dedicada a
ello, esta planta se desmotará por hora un promedio de una tonelada de algodón
nativo por hora. Además se buscará que se conserve en buen estado la pepa,
destinada para semilla o para la industria. Esto se sumará a la oferta que
existe de unos siete colores naturales del algodón nativo que son pálidos, para
darle colores más vivos.
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Rescate del algodón nativo
Una forma de preservar el acervo
genético de una especie es recolectándolo y estableciendo un banco de
germoplasma, que en el caso del algodón nativo, se realiza en condiciones de
campo mediante estacas enraizadas o por cultivo de yemas in vitro (Gepts,
2006). La propagación y conservación de germoplasma vegetativo resulta en
individuos 100% uniformes, lo que garantiza germoplasma valioso y aumenta la
ganancia genética al utilizar los componentes aditivos y no-aditivos (Zobel y
Talbert, 1988).
Hace menos de un siglo, las
variantes del algodón pyma o tangüis convivían con otras de origen prehispánico
y cromática variada. Un proyecto vuelve a cultivarlas en el valle de Supe, cuna
de la cultura Caral.
Si alguna vez ha recorrido
los museos donde se exhiben piezas textiles de los antiguos peruanos y se ha
preguntado cómo, a pesar del paso de los años, los tintes de esos tejidos han
mantenido sus vivos colores, tal vez su duda esté mal planteada. Posiblemente,
esas tonalidades que le han sorprendido por lo añejas y persistentes no se
deban a tinte alguno, sino al llamado algodón nativo peruano de colores.
Los habitantes de nuestro país
han convivido y sacado provecho de esta especie desde al menos la civilización
Caral. Aunque su sobrevivencia en los valles peruanos ha ido retrocediendo con
los años, varias iniciativas buscan su rescate. Uno de ellos es el que ha
emprendido la Zona Arqueológica Caral (ZAC), que dirige la doctora Ruth Shady.
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A la caza en Caral
Los tonos con los que se
experimenta, bajo la supervisión de la Zona Arqueológica Caral y el patrocinio
de la empresa San Fernando, son rosado, marrón oscuro y claro y crema. Sin
embargo, se está a la “caza” de otras variantes. Por ejemplo, el algodón
amarillo que se cultivaba en el valle de Pataz.
Vallejo explica que se está dando
una interesante confluencia con los agricultores del valle, a quienes se le
reparte gratuitamente semillas de este producto. Comenta que el año pasado se
inició el experimento con una parcela demostrativa de media hectárea cedida por
la empresa San Fernando. Ahora se cuenta con una hectárea
y con el apoyo de biólogos y expertos de esta empresa. Otro dato es que son
alrededor de seis mil plantones recogidos por los campesinos del área y se
espera que este número siga creciendo.
Datos
El algodón de color no solo se
encuentra en los valles de la Costa. También en zonas de la Sierra, como
Cajamarca; o la ceja de selva, como Huánuco.
Las experiencias de catalogación
de esta variedad de algodón son muy iniciales, tanto así que no se sabe cuántos
colores existen.
Aunque en otras latitudes también
se hallan algodones de colores de forma silvestre, en el Perú es en el que hay
más variedad, según el especialista Francisco Vallejo.
Cifras
6,000 Plantones de algodón
de color son cuidados y trabajados por agricultores en el valle de Supe.
S/. 10 Se llega a pagar
por kilo de algodón de color en rama.
Algodón Nativo de Colores en el Extranjero
Exportación de artesanía de algodón nativo
Santacruz, un productor de
algodón, informó que tras la reciente participación de artesanas de Túcume,
Pómac y Mórrope en la Feria Perú Moda y Perú Gift 2014, a través del
Cite-Sipán, actualmente se coordina contactos de ventas para exportación de
productos de artesanía que tienen como insumo base el algodón nativo.
Precisó que a Luxemburgo se
realizan exportaciones de productos elaborados a base de algodón nativo a
través de la Cámara de Comercio; a Francia se efectúa a través de una
empresaria peruana en ese país; y, con otra empresaria peruana se gestiona para
hacer envíos a Australia. "Con Francia tenemos la
posibilidad de ingresar con prendas de algodón nativo en la línea de bebés; en
el caso de Luxemburgo y Australia en la línea utilitaria como pulseras, vinchas,
bolsos que usan como base algodón nativo con combinación en algunos casos como
cuero para el caso específico de carteras", anotó.
Mencionó que han enviado muestras
de la producción artesanal para lograr la concretización de algunos pedidos.
"Se espera que en el transcurso del año hacer algunos envíos a esos
países", acotó. Santacruz agregó que actualmente
las artesanas no están en capacidad de ofertar grandes pedidos porque aún falta
trabajar el tema de acabados donde existe una limitante en la parte de estandarización.
Tomado de: http://comps.canstockphoto.es/can-stock-photo_csp4705037.jpg
Distribución del género Gossypium
El
género tiene cuatro especies cultivadas: dos alotetraploides del Nuevo Mundo
(2n: 52), G. barbadense y G. hirsutum y dos diploides Asiáticos y Africanos
(2n; 26), G. arboreum L. y G. herbaceum L. Ano et al. (1982) proponen una
hipótesis según la cual la distribución de los tretraploides primitivos que se
observa en la actualidad procede de una dispersión mediante corrientes
marinas. Esto implica que el nor-este de Brasil ha podido ser el lugar de
encuentro entre los genomas A y D que constituyen los algodones tetraploides,
antes de su diseminación y de su diversificación. La distribución prehispánica
de G. hirsutum abarca Mesoamérica, Antillas y la costa Caribe de América del
Sur, con poblaciones perennes y anuales. Luego se desarrollaron, especial-mente
en América del Norte, cultivares superiores, que al extenderse por el Viejo
Mundo, redujeron considerablemente el cultivo de las especies nativas de
África y Asia.
El
origen de la domesticación de las poblaciones Mesoamericanas de G. Hirsutum no
es muy claro, ya que se carece de la identificación del progenitor silvestre,
además de la compleja estructura genética de la población y de los muchos
siglos de dispersión mediada por el hombre (Brubaker y Wendel, 1994).
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Las
poblaciones espontáneas de G. hirsutum han sido clasificadas en razas: la raza
María Galante, perenne y de porte alto, fue identificada por Hutchinson como
nativa de América Central y del norte de Sur América y del Caribe; esta fue
denominada por la Isla María Galante, cerca de Guadalupe, en las Antillas
Menores (Brown y Ware 1961). Gamarra (2002) explican que la distribución del
Gossypium hirsutum raza. María Galante va desde las Antillas Mayores y Menores
hasta Brasil septentrional donde es denominado algodón Mocó y Quebradinho de
Brasil.
Fuera
de América, la raza María Galante es conocida solamente en Ghana (África) donde
fue introducida por el oeste de la India por misioneros (Berger 1969). Las
otras razas son: punctatum, perenne, de porte mediano, del sur de México y
Florida, yucatense, latifolium, anual de México y Guatemala, morrilli y palmeri
de México.
Por
su parte, numerosos autores coinciden en que Gossypium barbadense es originario
de América del Sur, encontrándose poblaciones silvestres en la costa del
pacífico en Ecuador y Perú, una variedad endémica en las Galápagos, poblaciones
también posiblemente silvestres en el litoral Caribe de América del Sur y las
Antillas (Lewis y Richmond, 1978; León, 1987; Lazo et al., 1994).
Fuentes:
http://www.minam.gob.pe/diversidadbiologica/wpcontent/uploads/sites/21/2014/02/informe_final_lva.pdf